La educación en detrimento.
Es cierto
para que un país se mueva y avance hacia la modernidad es menester emprender la
educación. Sin duda alguna es primordial para el desarrollo de los pueblos o
Estados – naciones. La modernidad se requiere de conocimientos adquiridos en la
ciencia y tecnología, si un pueblo no estudia o se prepara no puede enfrentar
los retos de la modernidad y ni muchos menos alcanzar un desarrollo favorable
en los diferentes sectores de productividad. Sin educación no hay modernidad y
no hay desarrollos científicos y tecnológicos.
Un pueblo
rústico y viciado está propenso al fracaso y a la mediocridad latente. Lo que
realmente mueve o el motor eficaz para los desarrollos de los Estados está
precisamente en su educación. La preparación académica es la base para que los
pueblos sean modernitas y progresistas y puedan competir con otros países de
gran desarrollo. Los motores de la modernidad no están en la acumulación de
riquezas materiales (aunque en definitiva esto forma parte del avance educativo).
Ese avance se encuentra en la determinación y dedicación al estudio y esfuerzo
por adquirid los conocimientos adecuados para nuestro desarrollo y progreso y
de esa forma encontrar los avances de la modernidad. Todo pueblo para que sea
progresista tiende a enfocarse en la educación, sin ella no son nada.
México anhela
ser progresista y moderno pero ha equivocado su camino o trayecto, es decir, en
vez de prepararse y enfocarse a la educación. Depende de los esfuerzos de otros
países desarrollados dejando que esos capitales extranjeros se lleven y
exploten los recursos naturales de nuestro país. Nuestro país no quiere
estudiar, quiere ser moderno pero en base a una vida hostil y tenue. Se conforma
con un plato de lentejas y que otros países modernos realmente, se enriquezcan
de nuestras joyas naturales. Es una fatal pena porque ni abogados, políticos,
profesores, líderes sindicales han tenido preocupación por el verdadero avance
de nuestro país y sobre todo promover la educación como la base fundamental para
el desarrollo de nuestra nación.
Nuestros
Estados no han producido y no han generado opciones académicas para nuestra educación,
estamos estancados y viviendo una mediocridad enorme. Vivimos paupérrimos (no
se diga del denario que no nos alcanza para nada), digo paupérrimos porque
carecemos de la información y el conocimiento adecuado para ser frente a los
retos de nuestra modernidad. Nuestra modernidad está fracturada porque
precisamente nuestra educación no existe o se encuentra destronada. Los motores
de nuestra modernidad no funcionan muy bien, porque carecen del aceite adecuado
para echar adecuadamente las máquinas de nuestro desarrollo. Nuestra sociedad
mexicana debiera exigir los avances de nuestro pueblo, pero no es así, nuestra
nación no exige, no reclama y ni mucho menos se esfuerza por alcanzar los
avances de la modernidad.
Los mexicanos
se conforman con una mentalidad hostil y tenue, seguimos apoyando a hombres y
mujeres que no proporcionan los alimentos adecuados para nuestro pueblo. Seguimos
fomentando a hombres y mujeres inertes que no producen nada y que no desempeñan
ninguna labor social y constructiva.






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